miércoles, 17 de octubre de 2007

Manos llenas de bondad

La verdad es que me resulta un poco difícil poder explicar lo que puedo llegar a sentir cuando me invade el orgullo al ver el reconocimiento que se le dá a quien tan cerca estuvo de mí...y que, aunque lo siga sintiendo cerca, se alejó tan deprisa que no tuvo tiempo alguno de despedirse...Ay papá, qué orgullosa me sentí ayer cuando entregaron ese premio que lleva tu nombre a una fundación a la que querías como tuya...Cuánto te hubiera emocionado el escuchar todo lo que dijeron de ti y mucho más, lo que hubieras disfrutado contándonos tú mismo las cosas de las que hablaban...Ni siquiera pude contener las lágrimas de emoción y el corazón me pegaba tirones..tirones de esos que dice que te echo tanto de menos que no sé cómo puedo respirar si en cada bocanada de aire tengo atado el dolor de tu pérdida!

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